Los alumnos más pequeños de la clase

COLLADO VILLALBA OFRECE LA ACTIVIDAD “GIMNASIA PARA BEBÉS”, ÚNICA EN LA SIERRA CON ESTAS CARACTERÍSTICAS

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Gonzalo, Kai, Ignacio, Henar y Guillermo acuden cada lunes a las 10.30 horas a hacer gimnasia al Centro de Juventud de Collado Villalba. Hasta aquí, podría parecer algo habitual, lo llamativo del caso es que tienen entre 5 y 14 meses: son los alumnos de la actividad -la única de estas características que se oferta en la Sierra para niños de tan corta edad- que, bajo el epígrafe “Gimnasia para bebés” pretende “crear un espacio de encuentro para reforzar el vínculo entre padres e hijos para que aprendan juntos”, explica María José Domenech, al frente de la clase.
Durante una hora y media, los pequeños pintan con sus dedos, montan bloques, se tapan con telas, reptan por el suelo… mientras las madres -que son las que principalmente acuden a las clases con ellos porque la baja maternal se lo permite-, aprenden a darles masajes, a cómo cogerles o hablarles, a corregir posturas…, todo ello dentro de una psicomotricidad vivencial donde la música y el ritmo tienen una importancia fundamental.
pregateo 3Según sus necesidades
“Se pretende estimularles y para ello se trabaja primero de forma grupal y luego individualmente según las necesidades de cada niño. No se trata de lo que se consigue, sino de saber cómo va cada niño, cómo evoluciona y cómo hay que trabajar con él”. Para ello, Domenech, pedagoga, psicomotricista vivencial y terapeuta, emplea un método estudiado, “un programa de actividades que se va evaluando para que cuando ellos se vayan de aquí tengan un aprendizaje que han compartido con sus hijos y con herramientas reales”.
Botes de legumbres
La duración de la clase, aunque está estipulado en una hora y media, es laxa por las necesidades de los niños: se para cuando hay que darles de mamar o el biberón, cuando toca cambio de pañal o surgen todo tipo de imprevistos conocidos por todos los que tienen bebés cerca. En la asamblea se da bienvenida con una canción, creada por los propios padres, que los más mayores acompañan de palmas y de intentos de pasos de baile. Luego llega el turno de explorar con materiales como telas y pelotas de diferentes colores y texturas, botes rellenos por sus padres de legumbres, pinzas o piedras llamativas cuyo ruido capta su atención; “son cosas básicas a las que intentamos sacar todas las posibilidades, cosas que podemos hacer en nuestra casa”.pregateo 2
También hay tiempo para los cuentos, incluso canciones, en otros idiomas. “Hemos hecho un libro donde hemos recopilado todas las canciones”, dice María José Domenech, quien también apunta que “hay momentos para el silencio. Esta sociedad es muy ruidosa y es necesario el silencio. Los bebés empiezan a hacer sus primeros ruidos y a veces no tenemos tiempo para observarles”.
Confidencias
Aunque la clase es para los bebés, subraya en varias ocasiones Domenech, las madres aprovechan algunos momentos para desahogarse, contarse sus experiencias y “aprender cosas nuevas al compartirlas”.
“Antes había una clase los sábados por la mañana y venían más padres, incluso abuelos, pero al ser un día de diario, vienen las madres, que cuando se incorporan al trabajo, dejan de venir”, lamenta la tutora. “Hay muy poca oferta de actividades niños tan pequeños”.
pregateo 4Por su parte, el edil de Infancia y Juventud, Adan Martínez, asegura que el Ayuntamiento seguirá apostando por esta actividad. “Llevamos muchos años haciéndola y han sido muchos padres y madres los que han venido, se corre la voz entre ellos, así que va a continuar con los mismos precios asequibles (unos 25 euros al mes). Se va actualizando y renovando con nuevas técnicas y tendencias”.

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