La sequía deja la presa del Tobar, que abastece al casco urbano de San Lorenzo, al 8% de su capacidad

La prolongada sequía que se vive en España también está afectando de manera importante a San Lorenzo de El Escorial, donde las reservas de agua han disminuido de forma alarmante durante los últimos meses, hasta dejar el embalse del Tobar, que abastece al casco urbano, a solo un 8% de su capacidad,por lo que se ha hecho necesario utilizar agua del Canal de Isabel II para mantener el ritmo actual de abastecimiento de los vecinos.

El embalse de El Tobar, que data de 1959, tiene un hectómetro cúbico de capacidad. Ocupa siete hectáreas y el recrecimiento de la presa se finalizó en 1998, pasando de 660.000 metros cúbicos al volumen actual, tras una inversión de algo más de 2 millones de euros.

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Frente a esto, indican fuentes municipales, «se impone el ahorro por parte de todos». Por el momento, el Ayuntamiento ha cerrado las fuentes ornamentales y ha dejado de regar automáticamente los parques y jardines municipales (solo hará riegos puntuales a flores de temporada o arbolado joven en mal estado), además de pedir a los vecinos que realicen «un consumo responsable de un bien que cada vez es más escaso».

Son los pequeños gestos, señalan, los que logran reducir el consumo en los hogares, como cerrar el grifo al lavarse los dientes (ahorro de 12 litros por minuto); usar la lavadora y el lavavajillas a carga completa (30 litros por uso) y ducharse en lugar de bañarse (150 litros por ducha), por ejemplo. También hay sistemas mecánicos que se pueden acoplar a los grifos y sanitarios en casa, como reductores de caudal y perlizadores (que reducen entre el 40 y el 60% el agua que sale por los grifos, manteniendo la sensación de caudal) o mecanismos para cisterna (en cada descarga ahorran alrededor del 40% de agua).

Durante el mes de octubre, recuerdan desde el Consistorio sanlorentino, los madrileños hemos consumido un 4,6% más de agua que en periodos anteriores, la cifra más alta registrada en los últimos cuatro años, según datos del Canal de Isabel II. La falta de precipitaciones y las elevadas temperaturas, que han sido la tónica durante este año prácticamente en toda España, tienen efectos fatales: hace más calor, por lo que se consume más agua; el agua embalsada se evapora más rápidamente y no hay suficiente aporte hídrico de ríos y de las lluvias. Por eso, los embalses de la Comunidad de Madrid se encuentren actualmente al 53% de su capacidad, 12 puntos menos que el año pasado por estas fechas. El agua que, procedente de la lluvia, deshielos y ríos, ha nutrido los embalses ha sido hasta ahora de 6,2 hectómetros cúbicos, frente a los 24,1 del año pasado.

Es una situación muy preocupante que solo se remediaría con un largo periodo de lluvias, que no parece estar en las previsiones meteorológicas a corto plazo. Por eso, insiste el Ayuntamiento, «es necesario el ahorro de agua por parte de ciudadanos, administraciones y empresas».

 

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