Galapagar presenta los presupuestos para 2018, aunque en la práctica no estarán aprobados hasta el 15 de diciembre

Un día después de que se celebrase el Pleno extraordinario en el que el Gobierno que encabeza Daniel Pérez Muñoz (PP) se sometió a una cuestión de confianza –que no logró sacar adelante, al sumar 10 votos frente a los 11 en contra de la oposición (PSOE, Cambiemos, Ciudadanos, Galapagar en Común-IU y la edil no adscrita)-, el regidor, acompañado por el edil de Hacienda, Juan Antonio Francés, presentó este jueves las cuentas para 2018, toda vez que la consideración como tránsfuga de la concejala Antonia Quispe, expulsada de Sí Se Puede (el partido por el que concurrió a las elecciones municipales), hace que se necesitasen 12 votos para que prosperase una eventual moción de censura (uno más de la suma de toda la oposición). De este modo, el Ejecutivo cuenta con los presupuestos virtualmente aprobados, aunque en la práctica no lo estarán hasta el 15 de diciembre, una vez que pase el periodo de un mes que tendría la oposición para presentar un candidato alternativo, posibilidad que a priori parece descartada al no contar con esos 12 apoyos que serían necesarios.

Los presupuestos, detalló el titular de Economía y Hacienda, ascienden a 26,95 millones de euros, con una partida para inversiones que se sitúa en 3,5 millones, lo que supone una subida del 4,17% respecto a este ejercicio. El edil destacó además que se destinarán algo más de 3 millones al pago de la deuda, de manera que el nivel de endeudamiento se dejará al cierre del próximo ejercicio en un 50% aproximadamente, prácticamente una cuarta parte del 190% que se encontró el PP cuando accedió al Gobierno tras la moción de censura presentada el 30 de septiembre de 2008, tal como recordó el alcalde. Se trata, dijo Juan Antonio Francés, de “unos presupuestos austeros, utilizando los recursos disponibles con la mayor eficacia posible y evitando cualquier tipo de despilfarro”.

Por partidas, en materia de medio ambiente, limpieza, viales, recogida de residuos y alumbrado se destinan 8,4 millones, un 32,2% del total (+0,56% respecto a 2017); otros 3,8 millones de euros (14,31%) van a parar a Bienestar Social, Educación, Cultura, Deportes, Empleo y Juventud ; a Seguridad se destinan 4,2 millones (15,84%) y el resto, hasta los 6,6 millones de euros (24,7%), se emplearán en administración general, atención al ciudadano, mantenimiento de edificios y otros gastos de carácter general. En cuanto a los gastos corrientes destinados a bienes y servicios, se contemplan 10,6 millones de euros, un 4,17% más con respecto a 2017. En gasto corriente, se mantiene el programa de ayudas escolares, con una cuantía total de 423.600 euros.

Desde el Ejecutivo destacaron también que no se incrementa la presión fiscal, y que de hecho Galapagar es uno de los municipios en donde se rebajarán los valores catastrales un 9%, tras haber recibido la preceptiva autorización del Ministerio de Hacienda. Esta medida se une a la reducción del tipo impositivo (del 0,61 al 0,57) que ya se aplica este año, con lo que la reducción acumulada del IBI sería del 15%. Además, se mantienen las bajadas aprobadas los últimos años en el alquiler de instalaciones deportivas, Plusvalía, Impuesto de Vehículos, tasa por apertura de establecimientos y licencias urbanísticas.

El regidor galapagueño destacó que los presupuestos “se ajustan a la realidad del Ayuntamiento y del pueblo, bajando los impuestos hasta donde podemos, de manera que se mantenga e incluso incremente la calidad de los servicios”. Y además, subrayó Pérez Muñoz, sin olvidar las inversiones, con un aumento del 42% respecto a este ejercicio. Entre los proyectos que se llevarán a cabo, el alcalde hizo referencia a nuevos planes de asfaltado y acerado, mejoras en el alumbrado público, la urbanización de la calle Fuente del Gitano, nuevos parques infantiles, jardines y reformas en los centros educativos. Igualmente, se contempla una partida para la finalización de las obras de la nueva Casa del Mayor.

Un asunto personal

“Esto es lo que de verdad importa a los ciudadanos y a esto es a lo que los miembros de la oposición han votado que no, todavía estoy pensando por qué”, manifestó el primer edil, lamentando especialmente la postura de Ciudadanos, centrándose en la figura de su portavoz, Felipe García, de quien dijo que “se permitió el lujo de manifestar que en el fondo estaba de acuerdo, pero que no votó a favor porque el alcalde no lo hace como le gustaría a él. El problema es que se lo ha tomado como un asunto personal”. En cualquier caso, añadió, el próximo martes se ha cerrado una reunión entre el PP (con la presencia de Ángel Camacho y Carla Greciano) y Ciudadanos, insistiendo en que “los presupuestos son un documento vivo” y que “se podría llegar a un acuerdo de aquí a la aprobación definitiva”. “Vamos a ver si no se levantan de la mesa una vez más”, añadió.

Por otra parte, Daniel Pérez Muñoz salió al paso de las acusaciones de la oposición, que de forma unánime consideraron ilegal la convocatoria del pleno en el que se debatió la cuestión de confianza, asegurando que estaba “avalada por la secretaría general del Ayuntamiento”. “Estamos actuando de acuerdo a los informes jurídicos y técnicos de los empleados de habilitación nacional”, subrayó, para recriminar después que las enmiendas presentadas por los grupos de la oposición llegasen sin haber sido informadas previamente, incluyendo cuestiones como la “subida de las retribuciones de la oposición, bajándoselas a los concejales del Gobierno”. “Eso es inmoral, y a eso iban a votar que sí”, manifestó.

Respecto a la posibilidad de que, aunque numéricamente no pudiera prosperar, la oposición llegase a presentar una moción de censura, el regidor aseguró que se cree “cualquier cosa, aunque sea por una cuestión de imagen y de marketing político mal entendido”.