Las Rozas reina en la espesura de El Chopo (0-2)
El Galapagar quiso apretar de inicio a Las Rozas, hacer ver al lujoso equipo de Lolo Escobar cómo se las gasta en El Chopo, pero se encontró con una defensa a prueba de bombas y con un rival que le igualó la intensidad de salida para, progresivamente, irle ahogando hasta hacerlo jugar al pelotazo, muy lejos de los dominios de Alberto, mero espectador bajo los palos roceños. En realidad, su homólogo en la portería galapagueña, Gonzalo, también podría decir lo mismo, con la diferencia de que Las Rozas sí acabó encontrando puerta cuando el partido, por momentos una refriega, dejó un resquicio a la calidad.
Las Rozas acabó resolviendo cuando el 0-0 iba camino de ser inamovible, gracias a un balón suelto que Guadaño voleó a la red sin oposición, y redondeó el marcador cerca del minuto 95, con el sello de Calleja. El escurridizo interior cazó un contragolpe en la derecha, se fue de Caco por calidad y regate, y regaló la sentencia al recién incorporado Cabrera. Fue la rúbrica a un partido feo de ver, espeso, bronco y casi sin más ocasiones que los goles.
El Galapagar fue reconocible en el arranque, cuando metió atrás a Las Rozas por empuje y ritmo, y Casado enlazó un par de veces con Marcos Gil en la banda izquierda, pero el goleador arlequinado no encontró el pase adecuado hacia Arroyo. El ariete serrano fue fácil presa de los imponentes centrales roceños, Cavadas y Guadaño, una pareja muy serrana, por la etapa del primero en Torrelodones y las raíces guadarrameñas del segundo. En esos pocos minutos de garra se fue evaporando el Galapagar, que siempre dio sensación de no tener pausa para encontrar argumentos que le permitieran abordar el entramado de Lolo Escobar, un técnico que el día del derbi con el Torrelodones se llevó en su cámara de vídeo una buena muestra de cómo neutralizar a los arlequinados.
La buena noticia para los de Javier Arroyo fue que, en contrapartida, Las Rozas sólo pudo llegar con los envenenados centros de Calleja, que obligaron a la zaga local a despejes al filo. De fútbol no hubo mucho más hasta los goles, y sí bastantes cosas para la crónica de sucesos. Como nadie estaba cómodo jugando, no pocos futbolistas midieron mal en los balones divididos y se produjo un carrusel de choques y entradas a destiempo que pusieron en evidencia dos cosas: el mal arbitraje de Arranz Furones, que empezó ahorrándose las tarjetas y después lo pagó caro perdiendo el gobierno del partido, y el exceso de revoluciones del Galapagar, con dos entradas al filo de la tarjeta roja de Kani y Marcos Gil que lesionaron de importancia respectivamente a Iván Cortijo y Cavadas.
Javier Arroyo, que había sido expulsado por protestar en la primera parte, trató de reactivar a su equipo dando entrada a Nacho Martín y Álex Rodil para el empujón final, todavía con 0-0. Nada más salir el medio centro, que todavía no está recuperado totalmente de sus dolencias, originó un par de jugadas de ataque del Galapagar que acabaron en balones al área y un par de saques de esquina. Pero fue un espejismo. La presión alta de Las Rozas devolvió a su campo al Galapagar y de ese asedio posicional surgió la jugada que descerrajó el partido. El ya líder de Preferente enseñará muchas más veces esa medicina, la de Lolo Escobar y unos jugadores que, calidad aparte, saben cómo no arrugarse en partidos de trazo grueso como el de El Chopo.
CD GALAPAGAR: Gonzalo; Gabri (Caco, 80’), Kani, Carlos, Keko (Hugo, 52’); Greci, Fernando (Nacho Martín, 64’); Lucas (Álex Rodil,73’), Quique Casado, Marcos Gil; Arroyo
LAS ROZAS CF: Alberto; Riba, Cavadas (Álex, 52’), Guadaño, Lucas; Rubén, Cobos; Calleja, Iván Cortijo (Turégano, 70’), Fabio (Cabrera, 90’); y Goal (Vallejo, 77’)
GOLES: 0-1, Guadaño (79’); 0-2, Cabrera (94’)
ÁRBITRO: Arranz Furones (0)
INCIDENCIAS: Partido de la tercera jornada en el Grupo 1 de Preferente, con algo más de 300 espectadores en el Municipal de El Chopo, en tarde nublada y agradable.
Jaime Fresno
