Pepe Díaz, secretario técnico del CUC Villalba: “El tren ha descarrilado; hay que repararlo y devolverlo a las vías”

20 años después de su salida, Pepe Díaz ha regresado al CUC Villalba en calidad de secretario técnico para intentar enderezar la parcela deportiva de un club que, en el momento de flirtear con la desaparición hace dos temporadas, pensó en él como único salvador. A sus 63 años, el técnico villalbino es de los pocos que puede analizar con fundamento los últimos 40 años del fútbol serrano, avalado por sus 12 temporadas como extremo derecha del Galapagar y por haber llevado como entrenador a sus máximos históricos a Torrelodones, Hoyo de Manzanares y Alpedrete, además de haber llevado a Tercera División al Aravaca, y de ser el primer técnico de la historia del CUC Villalba en entrenar en esa categoría -descontada la efímera etapa inicial con Roberto Alonso- y en subir a su filial.

Desde entonces, temporada 1995/1996, Díaz hizo su carrera lejos del Villalba, pero el club amarillo nunca le fue ajeno. En todos estos años sonó a menudo como recambio en el banquillo, pero no fue hasta la última gran crisis cuando decidió volver progresivamente a los orígenes, avalado por José María Díaz Léndez, el histórico expresidente. Reciclado en los despachos, Pepe Díaz dirige desde junio la reconstrucción deportiva con el objetivo de devolver al CUC Villalba su papel de referente indiscutible, algo difícil ante la pujanza de los clubes vecinos y los endémicos problemas económicos de la entidad. Habla de sólo dos años para conseguirlo, porque hay terreno ganado gracias al trabajo del actual cuerpo técnico.      

pp diez (2)
Pepe Díaz, en la grada de la Ciudad Deportiva / Fotografías: R. Herrero

¿Por qué decides volver al CUC Villalba tantos años después, cuando el club atraviesa por un momento delicado, y pudiendo haberlo hecho antes?

He vuelto, entre otras razones, porque José María (Díaz Léndez) y Santiago (Granados) han estado detrás de mí dos años. A raíz de que ocurrió el problema con la empresa, recibí la llamada del presidente del CUC Villalba por mediación de un amigo pidiéndome como favor que viniera, porque el club desaparecía si no le echaba una mano. Jugadores y cuerpo técnico se habían ido y el club estaba en una situación límite. Me llamaron para venir a entrenar y les dije que no, pero me comprometí a formar un cuerpo técnico que les ayudara a arrancar y a terminar la temporada. Es el momento en el que llamo a Borja, a Arteaga y a Santi, y también a Héctor para el equipo juvenil y a algún entrenador más, para que el Unión Collado Villalba no desaparezca. A raíz de esa labor, ellos me insisten en venir, pero aún así, seguí dos años más en el Hoyo de Manzanares porque yo tenía allí un compromiso y a mí me gusta cumplirlo.

¿Te costó mucho tomar la decisión de dejar el Hoyo, dadas tus buenas relaciones con la directiva, el haber formado el equipo, y haber estado allí en dos etapas?

Sí. Muchísimo. De hecho sigo colaborando con ellos. Hemos formado la plantilla, les he preparado el entrenador, que es Cristóbal -“Pepón”-. Han sido dos años en los que el club estaba en un momento delicado, no a nivel económico, pero sí en lo deportivo, porque Hoyo es un pueblecito de siete mil habitantes, es un sitio en el que es muy difícil jugar. Yo se lo debía a Hoyo, y también a Paco y al presidente. Hemos hecho unas categorías inferiores, hemos consolidado al equipo en Primera Regional, y creo que se ha hecho una labor importante. Ellos de alguna forma me dijeron que no podía irme, pero estaba la otra faceta, que el Villalba llevaba dos años llamándome, y entonces tomé la decisión, y fue muy a pesar mío, porque sigo muy vinculado a Hoyo. Es de los equipos que más me ha sorprendido en la Sierra. No sigo trabajando allí, pero sigo muy vinculado.

La última vez que Pepe Díaz fue entrenador fue hace casi cinco años, en el Torrelodones que logró el ascenso y luego la permanencia en Preferente. Desde entonces, te has centrado en los despachos. ¿Significa eso que ya no volverás a entrenar?

Creo que todos en la vida pasamos unas etapas. Como entrenador puedo presumir de haber salido del Villalba. Me fichó José Díaz Léndez, y salí de aquí. Todo el mundo me decía que para ser entrenador tenía que ser de Las Rozas para Madrid, pero como entrenador estoy satisfecho de lo que he hecho en la Sierra. El fútbol ha evolucionado muchísimo, y aunque estoy al día de todo, creo que esa labor se reduce a que eche una mano, como en Hoyo de Manzanares, cuando un domingo faltaba un entrenador por motivos laborales…La secretaría técnica es una labor que a mí me gusta muchísimo, porque estoy en contacto con los entrenadores, con la cantera, con los directivos…

villalba-futbol-2017-1
Imagen de un partido del CUC Villalba la pasada temporada / R. H.

¿De no ser por José María Díaz Léndez, Pepe Díaz no estaría en el Villalba?

Es difícil decirlo. José María me conoce de toda la vida y yo salí de su mano. Él y Santiago tenían muchas ganas de que viniera, también el anterior presidente, Juan Antonio. Luego, fue Jesús, el presidente actual, con el que he tenido una vinculación todo el verano que hemos estado en conversaciones. También hay una persona, que es Jesús Lorenzo, el de los autobuses, al que tengo que estar agradecido. Me conocía de las primeras etapas y es de los primeros que me llama.

Como Secretario Técnico estás al mando de un cuerpo técnico que parece una selección de la Sierra: Nacho Benito subió al Villalba a Tercera, el entrenador, Borja, es una de las revelaciones de los últimos años, se habla muy bien de Santiago Herrador y Carlos Arteaga, y a David García le han dado el nuevo proyecto del Cerceda, tras buenos trabajos en Collado Mediano como entrenador, y en Villalba como preparador físico. ¿Es el mejor grupo de entrenadores que tú has visto en un club serrano? Y segundo: ¿es difícil organizarlos y lidiar con los posibles ‘egos’? 

Primero, tengo que decir que es el cuerpo técnico más completo que he tenido. Sobre la segunda pregunta, sinceramente sería difícil llevarlos si no fueran personas que yo las conozco desde hace muchos años y que los he tenido en mis cuerpos técnicos. He tenido a Borja, a Santi, a Arteaga, y a Nacho lo conozco y, para mí, en el Villalba es ahora mismo imprescindible, porque ha estado en los buenos y en los malos momentos.

El que menos conoces es a David García, que además llegó precedido por todo lo que rodeó al tema de la empresa, con cierta división de opiniones. ¿Qué tal ha encajado?

Dentro de unos años dirán Pepe Díaz lo consiguió, o Pepe Díaz no lo consiguió. Cuando el presidente me dice que lo van a fichar y me pregunta por qué me parece, lo primero que hago, sinceramente, es consultarlo con José Díaz Léndez para ver qué le parece a él, porque a mí me han enseñado a trabajar en equipo y a hacer las cosas bien. Entonces hablo también con Nacho, que también lo tuvo, y lo que llegamos es a un entendimiento por el bien del club, al margen de las personas. David ha pedido disculpas y ha hablado con personas importantes, como Santiago, José Díaz Léndez, con el nuevo presidente, con Nacho, con Santi, el director deportivo…Todos hemos acordado darle esa oportunidad, porque creemos que es buen preparador físico y que puede ser un buen coordinador de cantera, y nosotros lo que queremos es lo mejor para el club. Es un trabajo mío que estoy consiguiendo, y creo que los socios y todo el club le vamos a ayudar para que se integre otra vez y esto vuelva a tener a los mejores, y David es uno de ellos.

Vamos al fútbol base. El club ha sufrido ahí, digamos, dos cataclismos: cuando pierde la escuela municipal y cuando pasa el conflicto con la empresa y se desmantelan varios equipos. Tú estás supervisando 16 equipos, trabajando con David. ¿Cómo va la tarea de reconstrucción y qué objetivo pretendéis alcanzar con ese trabajo?

Efectivamente hubo problemas. Se crea la Escuela con Rafita y Tudela, con los que tengo que decir que tenemos una relación muy buena, y creo que la Escuela y el CUC Villalba se tienen que fusionar, aunque es verdad que para eso, primero el CUC Villalba se tiene que sanear. Dicho esto como anécdota, es verdad que hay equipos que han sufrido con el problema con la empresa, porque se fueron entrenadores. El Villalba pasó de tener prestigio a estar en el escalón más bajo: nos superaba el Galapagar, el Atlético Villalba estaba al mismo nivel de categorías…Nos tocó reconstruir, que nos está costando muchísimo, tenemos un montón de reuniones diarias, pero yo veo una ilusión importante en los equipos, y creo que en dos años el Villalba volverá a ser lo que ha sido siempre, que es ser la referencia de toda la Sierra, porque tiene que ser así. Y luego, nosotros ayudaremos a todos los pueblos colindantes dejándoles jugadores, y que los mejores jueguen en Galapagar o Villalba, que son los que están en Preferente. Yo veo que esto está saliendo adelante, y antes de lo que yo creía.

pp diez (1)

Antes del verano, el presidente Jesús Mena daba como dato que ya había unas 170 inscripciones en el fútbol base, el triple que el año pasado en esas fechas. ¿Es así?

Sí, las inscripciones van a un muy buen ritmo. Sobre todo con el trabajo de David. Su labor empezó en junio y se está notando. En esto hay que tener mucha paciencia. Cuando las cosas van mal tarda muy poco en romperse todo, y cuando se intentan hacer bien llevan un proceso largo. Queremos que todos los jugadores se vinculen al club y, sobre todo, que los entrenadores sean de club, es decir, que si se van no se lleven los jugadores. Creo que lo estamos consiguiendo, también gracias al presidente, al que he visto trabajar sin descanso. Jesús Mena es el presidente que necesita ahora el Villalba.

¿Se ha fichado a Víctor Vallejo para el Juvenil A?

Sí. Es el último que hemos incorporado, porque Héctor lo ha tenido que dejar por trabajo. Víctor es un entrenador que está en el Real Madrid de coordinador, que como jugador ha estado en el Salamanca, en el Leganés… Y en la Sierra ascendió al Cerceda y conoce muchos jugadores. Tiene mucho nivel y estoy muy contento de haberlo fichado, porque nos parece que es otro salto de calidad en el objetivo de que el juvenil de Autonómica se mantenga.

Se ha rescatado el filial. ¿El objetivo innegociable es ascender a Segunda Regional?

El único objetivo que tiene el filial es el ascenso. ¿Por qué? Porque hemos cogido lo mejor de la Escuela de Rafita y de Tudela y hemos cogido lo mejor que ha subido de nuestro Juvenil de Autonómica. Son chavales todos de entre 20 y 22 años. Hemos cogido como entrenador a Lucas, que conoce a las dos plantillas y es el más adecuado.

Vamos con la temporada en Preferente. La historia de los últimos 30 años la conoces muy bien, y recordarás que en los 90 hubo una temporada con cinco equipos serranos en la categoría que no se volvió a dar. ¿Que haya ahora tres significa que el fútbol serrano ya ha superado el bache y que ahora se está volviendo a trabajar bien?

Sí. Galapagar y Torrelodones, que son referencia en escuelas, están trabajando muy bien. En la Sierra hubo un gran bache, en el que todos los chavales buenos se iban a la zona de Las Rozas para Madrid. Incluso, hubo una temporada en la que creo recordar que sólo se quedó el Villalba en Preferente. Eso ha cambiado. Están Galapagar, Torrelodones, se tiene que enganchar Guadarrama, que siempre ha estado ahí. Y si, por lo que veo venir, también lo hacen el Atlético Villalba, que ha hecho un buen equipo, y el Cerceda, que también lo está haciendo, la Sierra tendrá el nivel que nunca tendría que haber perdido.

El Villalba casi siempre ha sido la referencia y eso de alguna manera está cuestionado, también en lo que respecta a los equipos sénior. Ahora, con Galapagar y Torrelodones en Preferente, ¿hay más presión?

Voy a hablar de las dos maneras, como secretario técnico del CUC Villalba y como observador del fútbol de la Sierra de muchos años. Estoy de verdad muy contento de que el Torrelodones tenga una buena cantera y de cómo se está trabajando el proyecto, también por el crecimiento del Galapagar, del Cerceda… Si hablamos del CUC Villalba, tampoco es que hayamos tenido una hecatombe, lo que pasa es que el tren ha descarrilado y hay que repararlo y devolverlo a las vías. Eso el presidente lo está haciendo muy bien. Habíamos planificado hacerlo en tres o cuatro años, pero yo creo que en dos años el Villalba va a sobrepasar los 400 ó 500 niños con facilidad.

¿Hasta qué punto los cortapisas económicos os impiden fichar lo que queréis fichar? 

En principio hay que decir que todos los clubes de la Sierra están saneados. Lo sé porque conozco la Sierra y el fútbol por dentro y puedo permitirme ese lujo. Falta sanear el CUC Villalba completamente. Aunque no me concierne el tema económico, Pepe Díaz sí ha venido a decir que hay que intentar apretarse el cinturón, porque si lo hacemos y pasamos un año malo, al siguiente ya nos quitaremos un agujerito y podremos seguir creciendo, que es lo que quiere el presidente. Yo soy vocal, y en ese tema todos vamos en la misma dirección. El club se ha caído a los últimos escalones y tiene que subir. Y lo va a hacer muy deprisa. Creo que en dos años lo haremos.

foto-cucvillalba

Hablando del primer equipo, el cuerpo técnico parece que ha encontrado un núcleo de jugadores jóvenes a los que han ido puliendo, desde la difícil temporada en Tercera División, y que luego han llegado otros con experiencia y más jóvenes con margen de mejora. ¿Cómo encaja eso en una Preferente que tiene a equipos como el Aravaca, con jugadores experimentados y con calidad; Las Rozas, que ha fichado a Lolo Escobar y a jugadores muy importantes; o todo lo que hay en el Corredor del Henares, con el Torrejón, el filial del Alcalá… ¿Dónde ves al Villalba este año teniendo en cuenta además el añadido de jugar derbis?

El Torrelodones ha hecho un buen equipo, y el Galapagar también. Lolo ha hecho en Las Rozas un equipo para ascender…pero luego hay que ascender, evidentemente. Y en el Corredor del Henares hay equipos, como el Torrejón, que van a estar ahí, porque en tiempos en los que no fluye el dinero, son sitios que tienen muchos jugadores y equipos por la cercanía entre las ciudades y pueden tirar de muchos chavales, algo que aquí en Villalba es muy difícil. ¿Cuál es la labor que están haciendo Borja, Nacho, Santi y Arteaga? Pues llamar y proponer que aquí hay un campo espectacular, una nueva directiva con mucha ilusión. Como yo digo, con gente que conoces, pidiendo favores y diciendo que se está haciendo un equipo competitivo. No para ascender, evidentemente, pero se va a hacer un equipo competitivo para no pasar por lo que ha pasado Borja. Lo único bueno que ha sacado Borja es que él sí ha crecido muchísimo como entrenador, porque yo creo que no ha habido nadie que lo haya pasado tan mal y que no haya tirado la toalla. Ahora le tenemos que dar un equipo lo más competitivo posible, dentro de las posibilidades económicas del club.

¿El Galapagar sí ha hecho equipo para ascender? Lo digo por los jugadores que tiene, como Kiki, Quique Casado, Nacho Martín, lo que tiene en banda, más los mecanismos adquiridos todos estos años, y lo bien que lo ha asimilado el nuevo entrenador, partiendo de lo que dejó David Muñoz. ¿Puede ir un paso más allá?

Yo se lo decía a David Muñoz: creo que, si no se llega a ir, el Galapagar hubiera tocado la Tercera División. Pero se fue y llegó otro entrenador con otro proyecto nuevo. Perdió la categoría, que creo que no se tenía que haber perdido. Pero este año, a Galapagar, a Villalba y, posiblemente a Torrelodones les va a pasar lo que le pasó a Borja cuando estuvimos en Torrelodones en Primera Regional: se van a encontrar con equipos muy fuertes, con Las Rozas y Aravaca, que están hechos para subir. Sinceramente, va a ser muy difícil. El Galapagar quizá esté de la mitad de la tabla para arriba, Villalba creo que también, y el Torrelodones, por el grupo que tiene, no creo que pase apuros, aunque el primer año, con la cantera, posiblemente sea de los tres que puedan estar preocupándose por no bajar, por la experiencia de no haber estad en Preferente. Pero creo que los tres tienen plantilla para no pasar apuros. Lo del ascenso va a estar caro porque hay equipos que están muy hechos.

Jaime Fresno

Send this to a friend