Borja Fernández-Blanco evoluciona favorablemente tras ser intervenido en Puerta de Hierro del ictus sufrido en el amistoso ante La Granja
El entrenador del CUC Villalba, Borja Fernández-Blanco, evoluciona favorablemente tras ser intervenido en la tarde de este domingo en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda del ictus sufrido en el transcurso del partido amistoso disputado por su equipo ante el cuadro segoviano de La Granja en el Municipal de Collado Villalba. Su ayudante y amigo, Carlos Arteaga, ha confirmado a “Aquí en la Sierra” que al técnico se le ha practicado una intervención para absorber el coágulo detectado en el TAC que se le practicó en el Hospital General de Collado Villalba, apenas media hora después de su desvanecimiento en el campo, y que ha recuperado la movilidad en pierna y brazo, los miembros que no podía accionar en los primeros momentos.
Tras ingresar en la UCI del centro villalbino, los doctores optaron por trasladar a Borja al Hospital de Puerta de Hierro pasadas las dos de la tarde, para poner la intervención en manos del departamento de Neurocirugía del hospital majariego, donde el técnico va a pasar la noche controlado en una sala de boxes y pendiente de evolución. En un primer momento, la familia esperaba un informe médico hacia las ocho de la tarde, que sin embargo ha quedado aplazado a este lunes, siempre según informaciones del CUC Villalba, confirmadas al filo de las nueve de la noche por Carlos Arteaga. El ayudante del entrenador, junto a Santiago Herrador, el director deportivo, no se ha separado del entrenador en toda la jornada, al igual que su esposa, Susana, y su hermano, Antonio. Lo restrictivo del acceso a la sala donde se recupera el entrenador no ha impedido que la familia haya podido visitarle unos minutos. Carlos Arteaga ha descrito su situación como “mucho mejor que esta mañana, puede mover la pierna, estaba despierto y nos entendía cuando le decíamos algo, pero todavía no puede hablar y tenemos que esperar a lo que digan mañana los médicos. Las próximas 24 horas son muy importantes, pero estamos más tranquilos porque lo tienen muy controlado”.
Minutos antes del partido, el técnico dijo a quien escribe estas líneas no encontrarse bien y haber pasado “una mala noche”, a causa de lo que él achacaba a unas migrañas. Arteaga ha confirmado ese extremo y ha explicado que, ya en el partido, “lo he visto mal, porque suele dirigir de pie y se ha sentado. Como íbamos ya 2-0 y la cosa iba bien, he pensado que lo ha hecho por dejar jugar más relajado al equipo, pero cuando ha venido Aitor –jugador del Villalba- a por unas instrucciones, hemos visto que no le ha respondido. Ha sido cuando nos hemos alarmado y lo hemos tumbado. Él se levantaba el brazo que no movía con el bueno, como queriendo indicarnos lo que le pasaba, y ha sido cuando hemos decidido Santi –Herrador- y yo llevárnoslo inmediatamente”.
La escena del entrenador trasladado en volandas por sus dos ayudantes hacia la salida de la Carretera de La Granja fue la que encendió las alarmas en la grada, al otro lado del campo, donde seguían el partido el presidente, Jesús Mena, parte de su directiva, el secretario técnico, Pepe Díaz, y su colaborador para el primer equipo, Nacho Benito, quien se hizo cargo de la dirección del partido apenas unos minutos después de una evacuación a la que se sumó casi de inmediato el presidente, Jesús Mena.
El secretario técnico, Pepe Díaz, se trasladó minutos más tarde al Hospital General de Collado Villalba, de donde regresó minutos antes de la conclusión del partido, visiblemente afectado al conocer que el TAC al que había sido sometido el joven entrenador había detectado un ictus que había obligado a su ingreso en la UCI. Al acabar el partido, Díaz reunió a toda la plantilla en la caseta para comunicar la noticia y designar al guardameta José Martín Férriz como interlocutor de los jugadores para seguir la evolución de los acontecimientos, y liberar así a la familia como única fuente de información.
El desarrollo de los hechos, en el marco de un accidente cerebrovascular como el sucedido -conocido de forma más común como una embolia-, indica que la rapidez en la evacuación del entrenador, más la inmediata actuación de los médicos de Urgencias del Hospital de Collado Villalba, ha podido evitar males mayores, según las diferentes opiniones que ha podido recabar este medio. Como contamos en la primera información publicada a las tres de la tarde, el entrenador no sólo fue evacuado con la máxima celeridad por sus ayudantes, sino que, nada más salir a la calle, encontraron al padre de un jugador con el coche ya en movimiento que facilitó el traslado con la mayor rapidez. En cuestión de minutos, el entrenador fue atendido por los servicios de Urgencias, y los resultados del TAC se conocieron al filo de las 12 del mediodía, es decir, menos de una hora después del accidente.
Pese a la evolución favorable de las últimas horas, el CUC Villalba ha lanzado un mensaje de prudencia, ante el preceptivo período de 48 horas considerado como imprescindible para descartar complicaciones, y en espera del informe médico de este lunes. Por el lado deportivo, fuentes del club han señalado que se va a producir una reunión para analizar la situación en la que queda el primer equipo y tomar una decisión sobre el entrenador que cubrirá la baja de Borja Fernández-Blanco en su período de recuperación, algo en lo que Pepe Díaz ya se ha puesto a trabajar. El secretario técnico ha explicado a “Aquí en la Sierra” que se van a sopesar todas las opciones que hay en la casa, aunque no descarta el fichaje de un entrenador de fuera, partiendo de la base de que la recuperación total de Borja será difícil en el corto plazo y que la Liga en Preferente comienza el 17 de septiembre. Según la normativa, el club podría estar sin entrenador en activo sólo en las tres primeras jornadas.
Jaime Fresno
