La modernización del Mercado de San Lorenzo de El Escorial tendría un coste de entre 1,5 y 2 millones de euros

La empresa pública Mercasa ha presentado ya su estudio sobre el Mercado Municipal de San Lorenzo de El Escorial, cuyo objetivo es la “renovación, adecuación y modernización” de este espacio, “permitiendo la convivencia del comercio tradicional, con preferencia del local, con nuevas fórmulas de ocio y culturales, perfectas para un edificio que por sí mismo cuenta con muchos atractivos”. La Asociación de Comerciantes del Mercado -que tiene la concesión de este espacio hasta 2022-, recuerdan fuentes municipales, ya había mostrado su interés en actuaciones de este tipo, y en ese sentido solicitaron la colaboración del Ayuntamiento y de la Dirección General de Comercio de la Comunidad de Madrid para, de manera conjunta, estudiar “las posibilidades de mejora”.

La alcaldesa, Blanca Juárez, explicaba que se trata de un informe muy completo, teniendo en cuenta distintas variables, haciendo una propuesta de mejora que, en cualquier caso, “no tiene por qué ser la definitiva”. La actuación más importante pasaría por “abrir el callejón del Repeso”, proyecto que de hecho ya se incluyó en los presupuestos del pasado ejercicio, aunque no se llegó a poner en marcha. A nivel municipal, la regidora indicó que el próximo paso es la elaboración de una Ordenanza del Mercado, algo en lo que ya está trabajando el Ejecutivo.

En cuanto a la adecuación del Mercado, la alcaldesa de San Lorenzo indicó que los comerciantes “tienen claro que hay que hacer una renovación, tanto de espacios como de concepto”. En este sentido, señaló que no se trataría –como en alguna ocasión se había comentado- de implantar un modelo en la línea del madrileño Mercado de San Miguel, principalmente orientado al turismo, sino que se trataría de “compatibilizar la modernización con el modelo tradicional de Mercado”, haciendo hincapié en la calidad del producto. Juárez también aseguró en declaraciones a Aquí en la Sierra que las obras tendrían un coste de entre 1,5 y 2 millones de euros, indicando que la inversión -al margen de que se pudieran gestionar ayudas a nivel regional o desde otros ámbitos- tendría que ser costeada por los propios comerciantes, sin que se contemple una aportación del Ayuntamiento.

Finalmente, Juárez destacó la importancia de que este proyecto salga adelante, con el fin de dinamizar la actividad en el centro urbano, especialmente en áreas como la calle Pozas, para lo que también se pretende dar nuevos pasos de cara a la utilización del antiguo Cuartel de Voluntarios. “Después de Semana Santa se convocará la Comisión del Museo”, avanzó, en la que se abordará la posibilidad de crear en este histórico edificio un espacio dedicado a Felipe II, tal como se acordó hace ya algo más de un año tras aprobarse la moción presentada por Alternativa Municipal Española, a la que se sumaron entonces PP y Ciudadanos.

La historia del Mercado Público

El proyecto del Mercado Público de San Lorenzo fue encargado a finales del siglo XVIII al arquitecto Juan de Villanueva, desarrollándose las obras entre 1797 y 1806. En la construcción destaca la fachada principal realizada en sillares de granito, el acceso a través de un gran arco central y las arcadas que forman el patio interior.

Debido al crecimiento del número de alumnos de la escuela de niños de primeras letras de la Real Comitiva, situada en la Casa de los Soportales desde 1794, el gobernador propuso su traslado a este edificio, encargando a Juan de Villanueva la creación de una nueva planta en 1806, a la que se accedía por la calle Francisco Muñoz.

Ambas funciones -educativa y comercial- se mantienen hasta que, en 1873, el mal estado del mismo obliga al Ayuntamiento a sacar a subasta su reconstrucción. Después de esta obra, que cubrirá el patio interior, se convierte en un edificio apreciado por su adecuado acondicionamiento. Durante la Guerra Civil sufró ciertos daños por su abandono, perdiendo su acristalamiento superior.

En el año 1949, el entonces alcalde de San Lorenzo de El Escorial, Salvador Almela, solicita la realización de diferentes obras para evitar su derrumbamiento. De esta forma se recupera la cubierta acristalada mediante una claraboya, se cierra el segundo piso con la galería actual y se introduce una escalera en “T” entre los dos primeros niveles. Poco después se hunde la nueva claraboya a causa de una gran nevada.

Una de las mayores obras de reparación se lleva a cabo en 1967, de nuevo por el riesgo de que la cubierta se derrumbara. En ese momento se cubre el callejón llamado del Repeso, que se situaba entre el Mercado y el Cuartel de Inválidos, cubriendo las necesidades de espacio comercial que en este momento surgen.