El ‘Regreso’ más versátil de Julián Redondo a Collado Villalba: la exposición se puede visitar hasta el 29 de abril en la Casa de Cultura

Julián Redondo (Collado Villalba, 1954) no exponía en su pueblo desde 2008, por eso cuando se le pregunta por una definición de su nueva muestra, zanja con un simple, “es eso, un regreso”. Entonces, y quizá con ánimo de zanjar una deuda de cariño hacia uno de sus mayores talentos de siempre, el Ayuntamiento de Collado Villalba lo llamó para exponer su inigualable colección de paisajes, escenas oníricas, naturalezas muertas, rincones de la localidad de ayer y de hoy y, sobre todo, retratos que sugieren con la mirada. Y así la tituló: “Otra mirada”. Y su ayuntamiento respondió con la edición de un catálogo para coleccionistas y la inclusión de su obra en los miles de calendarios que edita a final de año, no menos coleccionables.

EN ESTUDIO
Redondo, en su antiguo estudio de la calle Andalucía (J. F.)

 

Pero esta vez, cuando abrió la exposición el pasado 5 de abril, no hubo nada de eso, tampoco acto institucional. Sólo estuvieron él, sus cuadros, su gente y el libro de dedicatorias, como cuando expuso en el solemne y erudito marco del Ateneo de Madrid, hace un año, y a la manera que él ya dijo que le satisfacía en aquel 2008: “Me gusta exponer, pero me da un poco de miedo escénico. Y no me gusta aparentar. Me da miedo hasta que vea mucha gente esta entrevista“, dijo, sin poder frenar el notable goteo de gente por la muestra. Hoy, el mayor embajador visual de Collado Villalba, quizá el mayor exponente a plumilla del país, según no pocos expertos,  expone de nuevo en su pueblo, tras aceptar la invitación de una amiga técnico de Cultura. Y también, porque al artista le va el modelo modesto, no tanto el de aquella exposición de 2008 que implicó una inauguración con acto institucional, justificada en el hecho de que sus cuadros no se vieran juntos en una sala pública villalbina desde 1997.

ASAMBLEA
«Asamblea», de la colección del 15-M

“Regreso” es un título de exposición que habla más de todo aquello que del interesante y llamativo contenido de la colección que estos días luce en la Casa de Cultura, en la que Julián Redondo ha reservado un sitio especial a su reencuentro con el óleo, concentrado en llamativos cuadros: “El Rinconcillo de Villalba”, con el pasadizo bajo la antigua posada de pastores y ganaderos que conduce a su templo privado de “La Cueva”, allá donde mejor se aprecia  su obra, sea original o en reproducciones; y las barcas atracadas en el muelle, experimentando con el reflejo en el agua, más relacionado con la temática de Sorolla que de la de su admirado Velázquez, al que, por cierto, en su juventud, dedicó el cuadro con el que en 1972 ganó el Premio de Pintura Villa de El Escorial.

PASADIZO
«El rinconcillo de Villalba», óleo en exposición

La vuelta al lienzo de Redondo supone el entierro de una frase suya que sonó a lapidaria en 2008, cuando más lejos parecía de la técnica de sus inicios: “He hecho y hago óleo, poco, pero algo hago. Pero es que en eso hay gente muy buena. Cuando vi la obra de Eduardo Naranjo, uno de los mejores pintores de España, que no muchos conocen, dije: ‘Si esto es adonde yo quería llegar’. Me desanimé y tiré a la plumilla. Además es más barata”. Y en eso sigue, pese a la reinvención a pincel. “Regreso” amplía su producción a plumilla con la colección del 15-M, donde Redondo muestra todo su instinto reivindicativo enseñando en toda su crudeza los efectos de la crisis y sus damnificados, los movimientos asamblearios, la respuesta ciudadana…Lo hace entrando en terreno alegórico y tirando hasta de un recurso hitchcockiano, autorretratándose en uno de los dibujos, al modo en que Alfred Hitchcock invadía planos escogidos del inicio de sus películas con fugaces apariciones. Y luego están sus retratos y las estampas antiguas de Collado Villalba. Destaca aquí el cuadro cedido de la colección privada de Ernesto Redondo, trabajado a laca sobre tabla, y en el que se muestra la plaza de la Estación en 1952, presidida por la Licorería ubicada en el actual Mesón Domingo, el bar del Norte y el almacén que poco después serviría para guardar materiales del antiguo tren del Berrocal.

La exposición de Julián Redondo estará abierta hasta el 29 de abril, de lunes a viernes, y tanto por la mañana como por la tarde.

Jaime Fresno (colaboración especial para «Aquí en la Sierra)             

montaje velázquez
Montaje en el que aparece el autor integrado en su cuadro «El Sueño de Velázquez», de 1972
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