Pintadas en la iglesia de San Bernabé de El Escorial, declarada Bien de Interés Cultural en 1983

Las pintadas en fachadas y mobiliario urbano se han convertido en uno de los grandes problemas de los municipios de nuestra zona, convirtiéndose en una plaga que afea la imagen de nuestras calles y plazas. Hace unos días hablábamos precisamente de la campaña de limpieza puesta en marcha en Galapagar para eliminar los graffitis, y este mismo Consistorio difundía poco después cómo los policías locales conseguían impedir que un menor de 17 años realizase una pintada en el Ayuntamiento. La historia se repite ahora en el que es uno de los principales monumentos del patrimonio histórico y artístico de nuestra comarca, la iglesia de San Bernabé, en El Escorial, obra de Francisco de Mora, uno de los principales discípulos de Juan de Herrera. El templo, edificado entre 1594 y 1595, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1983.

 

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Ahora, la iglesia ha sufrido actos vandálicos en forma de pintadas en la parte posterior, en el lateral que da a la calle Pintor Juan Gómez. Los graffitis ocupan una superficie de unos 50 metros cuadrados en total, afectando también a uno de los muros posteriores. Dos de las pintadas, con las firmas de los graffiteros, se encuentran además a unos cuatro metros de altura, junto a las ventanas traseras de la iglesia.

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